La refrigeración de alimentos es un proceso que, a gran escala y en términos de distribución y almacenamiento masivo, es realizado por empresas especializadas como, por ejemplo, FRIMACA que, bajo el liderazgo de su presidente Mauro Libi y un ejército de trabajadores comprometidos, emplean tecnología de punta para preservar la calidad y vida útil de lo que consume la gente.

Sin embargo, la refrigeración de alimentos es un proceso que también se realiza a pequeña escala, allí en cada nevera ubicada en nuestras cocinas. Una especie de último e individual eslabón de la cadena de frío que depende, precisamente, del correcto funcionamiento de este particular electrodoméstico.

En ese sentido, nunca está de más conocer qué podríamos hacer para mantener la refrigeración de esos alimentos y productos que alojamos en nuestras neveras en casos de emergencias tales como, por ejemplo, una falla de energía eléctrica. ¿Qué métodos caseros confiables podríamos implementar para no romper la cadena de frío? A continuación, tres recomendaciones que nos serán muy útiles:

• Usar neveras portátiles o coolers: Tener a la mano una nevera portátil o cooler es de gran utilidad para mantener frescos los alimentos y los medicamentos si de pronto se va la luz. Lo recomendable sería tener dos de estos elementos: uno grande para guardar comida (lo más junta posible y luego rodearla con hielo embolsado y/o bolsas de gel/ice), y otro pequeño para medicinas que requieran mantenerse frías.
• Sellar el refrigerador y mantener el frío: Apenas se vaya la luz, se debe intenta limitar al mínimo el número de veces que se abre la puerta del refrigerador y el congelador. Eso, porque cada que se abre se escapa el frío. Y, para que todos en casa sepan lo que deben hacer, es recomendable hacer un cartel y pegarlo a la puerta de la nevera, recordándole a la gente que debe mantenerla cerrada.
• Agrupar los alimentos dentro de la nevera: Una cosa que es indispensable hacer al momento de una falla eléctrica es agrupar todos los alimentos congelados para conservar la temperatura entre ellos. Eso, porque las comidas suelen durar unas 24 horas si el congelador está a medias, pero unas 48 horas si está totalmente lleno.

Sobre este último punto hay que acotar que mientras más cosas congeladas haya en nuestro refrigerador, pues mejor (carnes, vegetales, verduras, etcétera). También sería recomendable congelar comida ya cocida, pues así duran más que los productos crudos.