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Mauro Libi - Frimaca - ¡Entérate! Reglas básicas para congelar correctamente sopas y cremas de verduras

Conoce las reglas básicas para congelar correctamente sopas y cremas de verduras

La conservación en congelador de alimentos líquidos es un proceso sencillo que, sin embargo, debe seguir ciertos parámetros para que el producto no pierda propiedades


La cadena de frío es algo que siempre se debe respetar y se tiene que saber ejecutar correctamente, sobre todo si hablamos de conservación de alimentos en nuestros refrigeradores. ¿La razón? Pues porque no todas las comidas son iguales, ni todas son aptas para este particular proceso. Hoy, y a modo de ejemplo, hablaremos de las sopas y cremas de verduras.

Mauro Libi Crestani, director de Frimaca, nos explica que el proceso de frío por el que deben pasar los alimentos líquidos es muy particular, y el mismo tiene varias reglas que, si bien son sencillas, se tienen que ejecutar al pie de la letra.

¿Y cuáles son esas reglas? Veamos:

  • Tomar en cuenta propiedades de los ingredientes: Esto es fundamental debido a que las cremas y sopas suelen mezclar varios ingredientes que deben ser identificados. Eso, porque de ello dependerá el tiempo de duración mínimo que un producto pueda permanecer en la nevera (dicho de otro modo: un alimento líquido puede permanecer congelado en su conjunto exactamente el mismo tiempo que puede hacerlo su ingrediente más débil al proceso).
  • Planificar la preparación con antelación: Esta regla va a la par de la anterior y trata de que, desde el momento en que se haga una la sopa o crema (con la intención de congelar), se deben excluir los lácteos, huevos, las hierbas frescas y la pasta, todos ingredientes que no aptos para pasar por el refrigerador dentro de todo el conjunto.
  • Prepararla sopas y cremas bajas de sal: La congelación propicia la concentración de sabores y, en consecuencia, es preferible disminuir la sal y los aderezos intensificadores. Estos elementos bien podrán añadirse luego de descongelar el producto y antes de servir (siempre y cuando a la sopa o crema realmente le falte algo de sabor).
  • ¡No congelar de inmediato!: Así, en exclamación, se debe puntualizar esta norma. Eso, porque uno de los mayores errores que pueden cometerse es introducir un alimento caliente en el congelador, lo cual permite que se corra el riesgo de descongelar los demás alimentos que allí se encuentren y dañar alguno. Lo correcto es esperar a que una sopa o crema deje de humear antes de colocarla en el freezer.
  • Distribuir en porciones individuales: O sea, NO congelar un montón de sopa/crema en un solo y gran recipiente. Estos productos se deben almacenar en raciones para luego, a la hora de descongelar, solo usar lo necesario y evitar que se descomponga más rápido en el cambio constante de temperatura.
  • No llenar los envases: Un líquido, al solidificarse por la congelación, gana volumen. O sea que si un envase está muy lleno, su contenido puede expandirse hasta el punto de hacerlo estallar en tu congelador.
  • Etiquetar los envases: Una buena opción para estimar el tiempo de duración de la sopa o crema es la de etiquetar el envase colocando el nombre del producto y la fecha de congelación. Ojo: el período máximo de conservación es de tres meses.

Como última regla, sería bueno ubicar las preparaciones en diferentes zonas del congelador para no sobrecargar una zona específica del mismo y evitar que la transferencia de calor impida que se congelen de la forma adecuada, provocando una descomposición más rápida.

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