Aprende a conservar la cadena de frío de los alimentos
Cada alimento requiere una temperatura determinada para su conservación, y en el caso de alimentos frescos, las temperaturas bajas garantizan textura, sabor, olor y color, al tiempo que retrasan la pérdida de calidad y la reproducción de microorganismos patógenos.
Mauro Libi, director de Frimaca, sostiene que mantener la cadena de frío en los alimentos es esencial para garantizar la calidad de lo que consumimos.
Pero ¿qué es la cadena de frío? No es más que el control constante de la temperatura del alimento para asegurar su calidad, desde el centro de producción hasta el hogar, pasando por el punto de venta.
El transporte
Los puntos más débiles de la cadena del frío están en el transporte.
En primer lugar está el traslado desde el centro de producción al establecimiento de venta final. Aquí inciden las cargas y descargas en cada tramo y el tiempo de descongelación al que sean expuestos.
Después viene el momento de comprar los productos, es decir, desde el establecimiento hasta tu nevera. Por eso, lo más recomendable es hacer tus compras en el siguiente orden:
- Productos no alimenticios: limpieza, higiene y aseo personal, etc.
- Alimentos secos: arroz, pasta, cereales, etc.
- Alimentos frescos: frutas u hortalizas que no procedan de la zona de neveras.
- Alimentos refrigerados, procedentes de la zona de neveras o frigorífico.
- Alimentos congelados.
Lo más aconsejable es transportar estos últimos en bolsas isotérmicas.
Al llegar a casa, la compra se debe guardar en el sentido inverso al que se ha comprado, es decir, primero los congelados y al final los productos no alimentarios.
Mejorar la cadena de frío en casa
Hay que tener en cuenta que la nevera funciona mejor si está llena, con poco espacio entre alimentos, excepto en el congelador donde ocurre lo opuesto: funciona peor si está demasiado lleno.
A la hora de colocar los alimentos en el refrigerador, las carnes deben estar en las zonas de temperatura más baja, los lácteos en las zonas de temperatura media, y frutas y verduras en las de temperatura menos fría.
¿Y si se rompe la cadena de frío?
Al romperse la cadena de frío el alimento debe consumirse el mismo día, o como máximo al día siguiente.
No es recomendable volver a congelar los alimentos que se hayan descongelado durante el transporte, pues pueden presentar problemas de contaminación microbiológica.